miércoles, 13 de marzo de 2013

LA INAUGURACIÓN DE LA ERMITA


Corría el año 1975 cuando la Hermandad organizó el ya por entonces tradicional bar de San Isidro, cuyo objetivo inicial fue obtener fondos que ayudaran a costear la construcción de la ermita… Y desde luego no fue mala idea, puesto que aquel año se consiguieron nada menos que 15.206 pesetas de las de entonces. Mientras tanto, la ermita se iba levantando a buen ritmo a escasos 2 km del municipio. Gracias al buen hacer de los que allí trabajaron, al buen tiempo y a las oraciones y plegarias de todos, llegó al fin la gran jornada del 15 de mayo de 1975, en la que se inauguró el edificio que hoy nos resulta ya tan familiar. Asistieron al evento el alcalde, D. Francisco Piñero Gallego; el párroco D. Edmundo Ginés Velázquez, y el arquitecto D. Pedro Manuel Martínez Escobar. 



Procesión de San Isidro
Autor: Francisco Javier Fernández Moya


Fue un acto difícil de olvidar. Al mismo acudió mucha gente del pueblo acompañada por la música de la banda, y el consabido lanzamiento de cohetes y fuegos de artificio a cargo de Ángel Granados Calabria. Llegaron las 12 del mediodía, las familias dispersas se congregaron y fue entonces cuando tuvo lugar una solemne Misa campera junto al edificio. A ella asistieron un grupo de chicas vestidas del tradicional y colorido atuendo manchego. Y fue también allí donde empezaron a oírse como una sola voz los cánticos fervorosos de los vecinos de Villahermosa. Versos sonoros que todos hemos entonado alguna vez con sencillez y alegría, y que desde aquella memorable jornada resuenan con fuerza cada mes de mayo en los muros y en los campos florecidos de la ermita: “San Isidro Bendito, patrón de agricultores, bendice nuestros campos y nuestras labores (…)”.




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